
También se pasó por todas las librerías en las que vendían sus libros pero en todas había estado aquel misterioso ratón de un solo ojo. Frustrado se dirigió a su oficina justo cuando se sentó, recibió una llamada del banco diciendo que el local había sido vendido a un hombre con un solo ojo. Todo su capital, su casa, su trabajo, su vida, había sido vendido a ese misterioso ratón.
Menos mal que en este mundo hay gente para todo, y por eso Gerónimo acude a Ratigoni, un famoso hombre que se dedica a restablecer los negocios. Los empleados le apoyan y una de ellas habla con su tío que regenta una panadería para que en el sótano esa panadería puedan seguir haciendo en periódico. Al llegar Ratigoni todo cambió, todo el mundo se puso a vender: en la playa, en los semáforos, en las grandes avenidas, casa por casa, en el trabajo...
Definitivamente Ratigoni toma una decisión extrema. ¿Cuál será ? ¿ Gerónimo se arruinará ?
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